Maltrato Físico a la Mujer
„No oficial, deje le esplico“; „A partir de ahora no le volverán a pegar a Patricia“.
Palabras más, palabras menos, pero así termina la exaltación gubernamental por una nueva ley, que con bombo y platillo nos anuncian, con el orgullo puesto en un águila ex-mocha (porque ya somos un pueblo con gobierno completo, completamente inútil, pero completo al fin).
¿Pero a qué se debe tanta emoción? Pues a la promulgación de una nueva ley que comparte el tren al futuro de un mejor país. Rumbo a un nuevo México, un México 20-30.
Obvio, después de 66 años de no hacer nada, promulgar una nueva ley es motivo de satisfacción. creo que con éste nuevo progreso, han desquitado su salario los diputados, no por otra cosa sino porque se lograron poner de acuerdo!.
Y es que es esta ley, parte del paquete de „compromisos“ sociales de México por su pueblo (entiendase a México como diputados, no el pueblo).
Entre la dedicaciónde este nuevo gabinete presidencial que sí sirve, bueno, digamos mejor, que Calderón escucha. Porque ni este ni el anterior sirve, pero ya no tenemos un vengador anónimo (porque nadie lo conocía antes, excepto por su celular) que venía a matar a las víboras y tepocatas prietas, que entre su extensa e indómita locura, no prestaba atención a sus asesores, excepto a su cuchurrumina, que seguramente se contraran en estos instantes dandose besitos amorosamente en su rancho.
Pero regresando a los „proyectos“ de este México rumbo a un país de primer mundo, podemso encontrar leyes como la de convivencia, que entre los dimes y diretes, fue un permiso disfrazado para los gays, quieran o no.
Después avanzamos hacia el progreso social „razonado“ y aprobamos leyes contra el maltrato infantil, otra ley para la jactancia gubernamental y obvio, motivo de aumento de sueldo. Tantas comisiones de desición e investigación consumen muchso recursos (si sobran se lso reparten, obviamente por su desempeño y el inconmesurable sentido por el ahorro).
Actualmente estamos en el estira y afloja entre unos mochos azules (como aquel que le besa la mano al papa, que curiosa o graciosamente cuando este ranchero va al Vaticano, no es recibido a pesar de su enorme fé por el señor [ya había tocado guerrers de terracota, ahora quería ver que se sentía tocar las cortinas papales {seguramente como sus sedosas toallas de 300 dls}]) y los „intelectuales supercientíficos. Ahh si, y no olvidemos a los pejejistas.