Los Humanos
Satanás, abriendo sus alas y empuñando a Excalibur en su mano derecha lastimada por la batalla, emprendió el vuelo hacia dios. Alcanzandolo en los cielos, satanás tiro de su brazo hacia atras y con toda la inercia lanzo el golpe hacia dios. Interrumpida Excalibur por la espada del angel Gabriel empuñada por dios, esta se partio en dos, cortando asi de un tajo la cabeza del señor.
Esta cayo al suelo y rodo hasta una piedra, donde yacían ambas inhertes, las dos piedras, los ojos de el en blanco, idos. El cuerpo de satanas, fatigando y moribundo comenzo a descender, hasta que sus alas no puedieron mas y cedieron. El cuerpo muerto del señor de las tinieblas cayo junto con el del señor, uno al lado del otro. Muertos yacian los dos sobre un piso que clamaba por su sangre.
De entre los escombros de aquella milenaria batalla salieron los angeles y demonios que admiraban la frenetica lucha desde algun bastion que pudiera protegerlos de tan poderosos seres. Viendose unos a otros, angeles y demonios por fin eran libres. Eran libres del yugo de pertenecer a uno u a otro. Corrieron unos a otros como habian hecho antes, como rinocerontes en embestida, pero ahora no traian el odio en sus corazones, sino el amor a la libertad.
Abrazandose unos a otros, una luz los envolvia, cada vez mas brillante hasta que parecia de un azul-rojizo. Empezaron a esfumarse uno a uno, la luz descendiendo hasta la tierra y ocultandose en ella. Pasto comenzo a salir, flores, plantas, pero crecian unas mas altas que otras. Y de estas flores, enormes, comenzaron a salir, de la semilla de la union de angeles y demonios, los humanos.