Esferas

Cuando uno dice esferas vienen a la mente varias cosas. Por un lado las esferas del árbol de navidad, burbujas como las de jabón, etc. Pero en realidad nadie piensa en esferas personales, vulgarmente llamadas „zonas de confort“.

Por diversas razones, hace tres fines conviví con cierto personaje que, entre sus múltiples actividades, es psicólogo. La plática viajo por diversos temas y sacó a la luz mi apatía, mi temor por la gente, mi etc. Y después de diversos diálogos, se limitó a decir que debía de salir de mi esfera, que era una persona controladora, y que así no iba a progresar.

La verdad no fue ninguna novedad. Ya lo sabía, naturalmente. Ipso facto escribí mi ultimatum semi-vegano, y por la misma razón decidí asistir a un psicólogo. Cosa que aún no he podido cumplir, espero que pronto. De hecho creo es de los pocos puntos que me faltan por cumplir.

Y bueno, diversos pensamientos me ubican en situaciones, en existencialismos. El sábado asistí a una fiesta y vi muchos de mis argumentos y situaciones replicadas en otra persona. Le decían lo mismo que a mí, tenía las mismas dudas existencialistas que yo. Todo, todo. Y me dije al final „¿así quieres ser?“.

Evidentemente no. La pregunta es si quiero cambiar. Pero aún no encuentro la forma de lograr lo que quiero. No sé como conseguirlo, no sé los pasos, y obvio, lo más importante. Ni siquiera sé que quiero. Pero no puedo desear algo que no se que existe. Para desearlo, necesito saber que existe, para saber que existe necesito que conocerlo y para conocerlo necesito que salir de mi esfera.

Aún no se mi plan estratégico para salir de mi esfera, dejar de temer al mundo, dejar de querer controlar las situaciones por inseguridades personales, etc.

Lo que si sé por el momento es que serán tres pasos:

  • Iniciaré con dos situaciones y aún considero si la tercera es correcta, viable y fructífera.
  • Trazaré el plan para idear situaciones que me permitan poner al borde mis temores. Tal vez decida que cada dia múltiplo de 5 saludaré a 5 personas que no conozca, o cada quincena invitaré un café a la persona de enfrente de la fila del café. Aún no se los pasos. Y buscar en verdad al psicólogo que me ayude a descubrir lo que no quiero saber.
  • Por último será implementar el punto dos, es decir, el plan.

La verdad no sé qué esperar, porque no puedo calcular los resultados tanto en mí como en mi entorno. Tal vez obtendré miles de respuestas negativas (el ser humano siempre es desconfiado).

O tal vez, y lo que más creo, la decepción social será tan grande, que terminaré enclaustrándome más en mi mundo…