El Existencialismo Es Un Humanismo
Como prólogo a J.P. Sartre, creo que es importante hacer mención a algunos filósofos y a su vez a su situación temporal, que como bien describe él en el transcurso de “E.H”, es este determinismo temporal y espacial el cual lo llevó a sus ideas.
Primeramente es importante mencionar a Sören Kierkegaard, que marcó el principio del sentido del existencialismo al decir en su Diario de 1844 <>, es decir, el se cuestiona el por qué, todo ha sido hablar de la naturaleza que rodea al hombre, pero en verdad, nunca se cuestiona su propia naturaleza, nunca pone en duda su existencia, ni duda del comportamiento del hombre. Es importante recalcar que él hace referencia al estudio del hombre, no como un conjunto o como un individuo parte de un conjunto, sino más bien al hombre como individuo único abstraído, alejado de su conjunto. Esta crítica fué dirigida particularmente a Hegel, ya que Kirkegaard lo consideraba el filósofo que quería explicar todo (esto se puede constatar con su frase <> en su libro “Idee, Natur und Geist”).
Es importante mencionar a Kirkegaard, ya que como se mencionó hace referencia a la primicia del existencialismo, el estudio de los “singulares”. Pero tambien es de primordial importancia por la crítica, casi burlesca, que hace contra Hegel. Este hecho es importante, ya que de Hegel se desprenden dos corrientes, la que desemboca en la filosofía de la existencia y posteriormente en el existencialismo y la otra corriente que es la inspiradora de Marx. Que como se ve a través del texto, Sartre descarta categóricamente al igual que el cristianismo.
Después es oportuno mencionar a Dostoievski y su concepto de “Si dios no existe”, que después retomará Nietzche en su aseveración que dios no existe quitandole el matíz de duda, y “Cristo, ideal del hombre en la carne”.
Dostoievski hace referencia al mandamiento de Cristo: “amarás al prójimo como a ti mismo” diciendo que “Destruir el propio yo en el amor a los demás es la gran utopía ética. […] el uso más elevado que el hombre puede hacer de su propia persona, de la plenitud del desarrollo del propio yo, es, en cierto sentido, destruir este yo, entregarlo totalmente a los demás, a todos y a cada uno, en alma y cuerpo, sin reservas. Y esta es la máxima felicidad.”
Aquí se puede notar el paralelismo con Sartre al mencionar que dios no existe, y la voluntad propia es la de la desición, una elección libre, pero libre en cuanto al contexto que rodea al ser que toma la desición y cuya elección libre se verá reflejada en los demás. Así bien, cuando dice que la existencia precede a la escencia, y que el propio ser al existir genera su propia escencia a través de sus desiciones, también dice que estas desiciones afectan al hombre que lo rodea, ejemplificando esto cuando se formula la pregunta “¿Si todo el mundo procediera así?”. La respuesta a esta pregunta, aunque la da Sartre enseguida, sería oportuna responderla con Dostoievski. Si todo el mundo procediera así, todo el mundo actuaría con mala fe y sería, como lo menciona el, una destrucción del propio yo.
Por otro lado en “Si dios no existe” introduce la idea “Sartriana” del fin y el medio en el diálogo de Aliosha e Iván al hablar de los horrores que hay que ver para conocer el mal y obrar de bien y dice “Lo que resulta intolerable y absolutamente inhumano – si es qu elo humano conciste en considerar a los hombres como fines y no como medios – es hacer del sufrimiento del inocente el “material” y el “abono” para preparar a bien de todos la armonía futura.
Esta dialéctica del fin y el medio la representa Sartre con el ejemplo del estudiante que le pide consejo. Que hasta cierto punto nos hace remembranza de si el fin justifica los medios. Como para Sartre esto era un engaño según el locutor, pues en el locutor iba determinada ya la respuesta, al que se le preguntase el dilema, concluye que la única opción es crear la propia respuesta ignorando los posibles simbolos que pudieramos querer llegar a interpretar. Este ultimo pensamiento hace recordar y querer comparar a San Augustin y su voz interna que le hizo abrir la Biblia y el jesuita de Sartre, al preguntarnos, al igual que Sartre, si la simbología fue correctamente interpretada, ¿qué hubiera pasado si en vez de la Biblia hubiera tenido San Augustín un libro del Marquéz de Sade? (Que a razón de hablar del Marquéz, es interesante pensar en su “Diálogo entre un sacerdote y un moribundo” y su eterna aniquilación de moralidad, existencia de dios, leyes naturales, etc., haciendo parecer a dios como la máscara de la violencia real y visible de un poder humano, como es la autoridad de los tiranos en todas sus formas contra las que es posible rebelarse, es decir, dios es tan solo una palabra, sin sentido que no podemos comprender.)
Sartre rescata tambien de Nietzche el diálogo sobre la voluntad, al decir Nietzche en “Así habló Zaratustra”: <>, esto se ve reflejado cuando Sartre dice, como se menciona anteriormente, que el ser se autodefine, y se autodefine por voluntad. Porque solo cuando la accion se lleva a la practica esta hecha, y es solo en ese momento cuando existe y define al hombre, cambiandolo, es decir, asi quise qeu fuera y asi querre que sea.
También introduce Nietzche el concepto de Superhombre, que después es retomado incorrecamente por muchas tendencias dandole un matíz de superioridad, que evidentemente es tomado por el NSDAP (al igual que la ideología Hegeliana sobre el eurocentrismo y el espíritu germánico). Es importante mencionar esto, ya que a Sartre le tocó vivir la Francia invadida por los Alemanes durante 1945 que es cuando da la conferencia del E.H., esto se hace notar en las veces que hace referencia al fascismo y lo rechaza categóricamente. También es importante recalcar, que aún cuando Franceces y Alemanes han sido acerrimos enemigos, Sartre fué reconocido en la prensa Nazi por su “Ser y la nada” (1943) debido a que esto lo acercaba a Heidegger, que se notaba la influencia, y evidentemente ofrecía un puente cultural entre ambas naciones.
Una vez habiendo hablado un poco de los orígenes, es imperativo abordar la obra que nos atañe, “El existencialismo es un humanismo”.
La obra se divide en siete partes fundamentales:
1. Defenderse de las críticas comunistas (marxistas) y cristianas.
2. Las dos escuelas existencialistas y su concepción del hombre
a. La existencia precede a la esencia
b. El proyecto
c. La responsabilidad total
d. La elección
3. Conceptos del existencialismo ateo
a. Angustia
b. Abandono/Desamparo
c. Desesperación
4. La necesidad del compromiso y el rechazo del quietismo
5. Respuesta al subjetivismo y las objeciones inspirado en ello
a. Lo arbitrario de la acción libre
b. La libre eleccion de la mala fe
c. La imposibilidad de dar un valor a la acción libre
6. Definición del existencialismo como un humanismo
[…]
Lo que Sartre busca, en definitiva, es marcar un territorio –el del «existencialismo ateo»–, por oposición tanto al marxismo como al existencialismo cristiano de Jaspers y Gabriel Marcel, (pues el personalismo ni siquiera se menciona).
Afirmar que «la existencia precede a la esencia» significa tanto como desmontar el universo estático común a la metafísica escolástica y al mecanicismo.