Dra Psiquiatra (Hraia). Parte 1
La verdad no sé como fue que pasó. Tenía en mi mente un tipo de historia que se deformó y se volvió sexosa. Lamentablemente no pude rescatarla de su sexosidad, así que decidí hacer una segunda parte, que aún no escribo, obvio.
El problema de que sea sexosa es que se pierde la veracidad del argumento existencialista. Está tan diluido que en realidad se olvida el punto de la historia, se queda uno con el erotismo (o lo que sea que es) y se ignora el resto.
Así que tendrán que esperar a la segunda entrega para leer la verdadera parte existencialista entre DK y Hraia. Será interesante y espero que valga la pena la espera. Mientras pongo la Parte 1 para que se entretengan hehe.
Nota: Hraia no es la doctora. Hraia es „ella“.
Dra Psiquiatra: Pasa.
Der Ketzer: Gracias.
Siempre me daba mucha pena entrar a la sesión. Era como si al entrar nos desnudaramos. Ella se pusiera una bata sexy, y mis palabras no pudieran resistir su seducción, aventándose sobre ella, tocándola, acariciándola, besándola. Hasta que desnudos los dos, terminara la sesión, con sus hojas bañadas de mi interiorismo.
DP: ¿De qué vamos a platicar hoy?
DK: No sé.
DP: Bueno, cuéntame que tal te ha ido esta semana.
DK: Pues…
DP: Desde la última sesión quiero decir.
Ella ya sabía como me gustaba jugar con sus frases, haciéndolas mías, hasta que sus preguntas lograran esposar mis palabras, y atadas hacer de mi mente lo que ella quisiera.
DK: Como decía… Pues no mucho. Escuela, trabajo, esto, aquello. Tengo que seguir asistiendo a la escuela, no hay mucho *mientras dibujaba comillas en el aire con mis dedos* que pueda hacer.
DP: Ok.
Reconocía, después de tantas sesiones, las preguntas que me incomodaban y sabía que hablar de la escuela me enojaba. Así lograba bajar mis defensas.
DP: Y como te ha ido en la escuela? Ya estás asistiendo a todas tus clases?
DK: Argh, no. O sea, obvio no. No voy a ir a desperdiciar mi tiempo escuchando estupideces.
DP: Consideras que todo lo que te digo son estupideces?
DK: Me las dice?
DP: Yo pregunte primero.
DK: Y como es la loquera todas sus palabras son preguntas!
DP: No me digas loquera.
Sabía que le molestaba tanto que le dijeran loquera, como a mí hablar de la escuela. No sé si le molestaba más el hecho de compararla con un psicólogo, o decirle se encargaba de locos como profesión. Sí, locos como yo.
DK: Es pregunta?
DP: Depende.
DK: De?
DP: Me estarás cuestionando toda la sesión?
DK: Pues no.
Mis palabras habían salido automáticas. Bajé mi cabeza en expresión de derrota, me había ganado en el duelo de preguntas. Cruzó su pierna dejándome ver sus medias. Su muslo se dibujaba bajo su falda. Ya conocía esa estrategia, siempre la usaba cuando quería hablar de „ella“. No había caído la primera vez, ni caería en esta. Pero siempre era divertido verla usar sus encantos para conseguir su meta.
DP: Bien, ahora dime, sigues pensando en Brim?
DK: Euu?
Su pregunta me había tomado por sorpresa, nunca le había platicado de ella. Como sabía?
DP: Lo leí en tu blog. Sigues pensando en Brim?
DK: Pero, o sea, como. Stalker!
DP: Hahaha es mi trabajo.
DK: Su what? Su trabajo? Stalkearme?!?!
DP: Si no me cuentas todo sí. Sigues pensando en Brim?
DK: Ya deje a Brim en paz! Ella no tiene nada que ver!
DP: Haha, si no es mi rehén, no le estoy haciendo nada. Sigues pensando en Brim?
DK: Si vuelve a repetir su nombre…!
DP: Si vuelvo a decir Brim qué?
Mis ojos se llenaron de ira, había invadido mi privacidad, aunque debo de admitir que después de la primer sesión la stalkee yo a ella.
DK: Ya no tanto. Creo que fue más bien un capricho potenciado por la imagen que hice de ella.
DP: Piensas en ella, pero ya no la quieres? Si entrara por la puerta ahorita y se te declarara le dirías que no?
DK: Sí. *Mientras bajaba mi cabeza* Le di muchas oportunidades, le expresé de mil maneras lo que sentía por ella.
Con esas palabras me di cuenta que no iba a ser una sesión fácil, y que ya había perdido. Me encontraba atado a su diván, platicándole mis secretos, mis temores. No privados porque cualquiera puede leer mi blog, pero sé que podía leer mis sentimientos en mis acciones.
Se levantó y habló a su secretaria
DP: Por favor, cancela la siguiente cita, creo que hoy me tardaré un poco más. *Al terminar* Hoy vamos a tener una hora más, quiero que te abras conmigo, ésta es la sesión más importante.
DK: Pero…
Se sentó junto a mi, mientras hacía a un lado la mesa frente a nosotros. Tomó mis lentes entre sus manos y me los quitó. Poníendolos sobre la mesa movida. Acercó su cara a la mía, lentamente. Sus labios acercándose a los míos. A pocos milimetros giro su cabeza y se aproximó a mi oído. Por un momento pensé que estaba en una película porno e iba a tener sexo conmigo hasta dejarme seco.
DP: Confía en mí.
Alejó su cara de la mía y recargó su brazo en el respaldo, viéndome fijamente, esperando a que mi mirada cediera y bajara a ver su busto bajo su camisa medio abrochada.
DP: Es negro, puedes verlo.
Mis ojos cedieron a sus caprichos y bajaron la mirada a sus pechos. Rápidamente en vergüenza subí la mirada a sus ojos.
DP: Ahora dime. Piensas mucho en „La Vaca“?
DK: Ahora si se la voló. En verdad leyó TODO mi blog?
DP: Lo importante. Piensas mucho en „La Vaca“?
Odiaba que repitiera la pregunta de la misma forma como había hecho con Brim.
DK: A veces, pero menos que con Brim. De hecho fue una de las que borré de Facebook.
DP: Oh sí, leí ese post. Te hizo feliz?
DK: Sí.
DP: Y a Brim no la borraste?
DK: No. Ella…
Mis palabras se callaron. Esa triste verdad no estaba en mi Blog. Después de unos segundos que mis palabras no salían puso su mano en mi muslo, recorriendo mi pierna suavemente, acariciándome con sus uñas. Nunca subiendo más allá de lo „debido“.
DP: Por que a Brim no la borraste?
DK: No. Porque ella rechazo mi amistad.
DP: O sea que no son amigos?
Su mano continuaba en su pierna. El nerviosismo comenzaba a notarse en su voz. Era inevitable sentirme atraido y excitarme. Repitió la pregunta ante mi silencio.
DP: O sea que no son amigos?
DK: No.. Nun… Nunca lo fuímos.
DP: Y por qué?
DK: No sé. Siempre creí que eramos de planos diferentes…
DP: Tu natural y ella compleja.
DK: No, me equivoqué. Ella no es compleja, es real.
DP: Y quién es compleja?
DK: Usted sabe…
Su mano jugueteaba de maneras extrañas en mi pierna, jamás había sentido esa sensación. Sus preguntas, como su mano, cada vez más extrañas.
DP: Sabes por qué la mano?
DK: No. Porque me quiere excitar?
DP: Algo así. Por ahí leí que eres un perv. Es cierto?
DK: Whaaaat?
Intenté levantarme pero presionó sus dedos sobre mi muslo, sentí una sensación extraña que evitó levantarme.
DP: Esto es algo que aprendí en un curso de masajes con un jainista. Con los movimientos de mi mano se relajan los músculos. Y con poca presión dejan de responder, por eso no te pudiste parar. Pero también proveen relajación al cuerpo. Sabes que es un jainista?
DK: Sí, unos monitos de la India, que promulgan la no violencia, veracidad, no robar, castidad, despego de lo material y son veganos.
DP: Exacto, como son castos, tienen técnicas interesantes para conseguir sus metas. Y creen que de ésa manera es más puro el acto. Piensas en Gia?
DK: Wadaaaa…
DP: No lo digas. Piensas en Gia?
DK: Hasta mi twitter stalkeo?!?!?
DP: Si es publico no es stalkear. Piensas en Gia?
DK: No, en realidad no. Es simpático twittear con ella y ya.
DP: Te gusta „La Vaca“?
DK: Si
DP: Mucho?
DK: En realidad no, antes me gustaba, ahora solo es un viejo recuerdo de una obsesión.
DP: Te gusta Brim?
DK: Si
DP: Mucho?
DK: En realidad si, pero ya no puedo verla como un prospecto, simplemente siento que ya no sentiría la misma pasión por intentar ser parte de su vida.
DP: Te gusta Hraia?
Sus manos seguían con los mismos movimientos, su tono de voz era el mismo, sus preguntas eran las mismas. Pero reconocía ese nombre. Era „ella“. Fue indescriptible la situación. Simplemente eyaculé mientras pensaba la respuesta.
DP: Hahaha, ya me respondiste. Te dije que confiaras en mí.
DK: Pero…
DP: Solo quería demostrarte mi punto.
DK: Cuál?
DP: Que te gusta y no lo admites. Tú cuerpo lo sabe. Solo necesitas que dejar que tú mente también lo admita.
DK: Pero siempre que pregunta digo que si.
DP: No, tu lógica dice que debes de decir si. Tu interior no es el que habla cuando te pregunto sobre ella.
Había sido el blanco de sus macabros juegos. Me había utilizado, aunque tenía razón. Entendía perfectamente su punto, aunque me enojaba como lo había conseguido. Había abusado de mi género para sus designios malévolos. Aún quedaba media hora. Media hora que aprovecharía y la haría mía, a como diera lugar. Y así comencé.
DK: Entonces tan sólo fuí un juguete. Un experimento. Un capricho. Interesante.
DP: No fuiste un capricho. Te enseñe una realidad, de una manera poco ortodoxa, pero sin afectar mi praxis y meterme en problemas.
DK: Como por ejemplo sexo?
DP: Exacto
DK: No le gusta el sexo entonces?
DP: No es que no me guste, eres mi paciente y no puedo tener ningún tipo de relación contigo. Bueno, si es que no quiero perder mi licencia, claro.
DK: Encendió un leño, yo. Lo vió consumirse. Y convertirse en ceniza.
DP: No, aún no eres ceniza. Te mostré como tienes un fuego interno que intentas apagar con tus pensamientos. Debes de soltarte más, ser más tu. Aceptarte.
DK: Comprendo, ahora soy el hombre en llamas, o la antorcha de los cuatro fantásticos.
DP: Hahaha no.
Lentamente estabamos cambiando los papeles. Volviendo al principio.
DK: Entonces cree que la amo?
DP: Si, y tu cuerpo también.
DK: Pero que es el amor?
DP: No sé, tu dímelo. Que piensas cuando dices „Te quiero“ o cuando „amas“ a alguien.
DK: Supongo que lo mismo que usted, no?
DP: Posiblemente, dime tú y te digo yo.
DK: Vacío.
DP: Ha! Eso fue trampa!
DK: Usted empezó.
DP: Y tu terminaste.
DK: No, usted me terminó.
DP: Yo ni te toqué.
DK: Sí, la pierna.
DP: Y eso qué?
DK: Entonces yo ya respondí.
DP: Ha! Eso fue trampa!
DK: Volvemos a empezar?
DP: Ok ok. El amor no es más que una respuesta neurológica por ciertos…
DK: No pregunté que sucede en el proceso fisiológico. Su pregunta era que sentía yo. Que siente usted?
DP: Pues en realidad debería…
DK: Que SIENTE usted, no que debería de sentir. O no siente?
DP: Si, si siento. Es solo que…
DK: Que…
DP: También siento vacío.
DK: Ha! El amor no es más que la atracción fisiológica entre dos personas, la cual nos hace experimentar cambios químicos en el cerebro. Amen de todos los determinismos sociales y demás. En realidad el amor no es más que sentirse feliz en un momento dado, con una persona determinada y listo. LLámese Hraia o Brim. Tiene marido?
DP: No. Pero…
DK: Novio?
DP: No. Pero…
Ya sabía lo que quería decir „Pero no hablamos de mí“.
DK: Bien, entonces como sabe qué yo la amo? Porque fue a un cursito de amor en la uni?
DP: No, porque…
DK: Ya se practicó su Voodoo en usted y se hizo las mismas preguntas?
DP: No, pero…
Me sentía como Fiscal de distrito, bombardeando una ciudad destruída con preguntas que aniquilarían cualquier muro. Cabizbaja se podía adivinar que estaba a punto de quebrarse.
DK: No es que no la ame. No es que la ame en desmedida. Todo este desorden y cochinero para obtener una verdad que ambos sabemos.
DP: Pero no la quieres aceptar
DK: Duh! Por qué aún no estoy listo? Si estuviese listo para vivir una vida cree que vendría?
DP: No.
DK: Ah! Entonces?
Después de unos minutos de silencio me levanté, tomé mis cosas. Puse la mesa en su lugar y caminé hasta la puerta.
DK: Puede stalkearme, puede saber todo de mí, puede preguntar lo que quiera. Pero no puede obligarme a sentir lo que no pienso. Ese es su trabajo. No toquetearme.
Abrí la puerta y en el umbral de esta.
DK: La próxima vez hablaremos más seriamente.
Cruceél el umbral y me retiré, mientras al fondo se escuchaba como empezaba a sollozar. Había tocado una fibra sensible. Su falta de amor se veía reflejada en mí. Por eso su insistencia en hacerme ver mi error y ayudarme.
No quería terminara como ella. Sola.